lunes, 1 de febrero de 2010

La estructura del lenguaje de signos por Marta Sánchez Valero, psicopedagoga

La lengua de signos desarrolla una serie de signos gestuales articulados con las manos y acompañados de expresiones faciales, mirada intencional y movimientos corporales, con una función comunicativa. La lengua de signos y la lengua oral no se oponen entre sí, son dos canales diferentes pero igualmente eficientes para la transmisión y recepción del lenguaje.  


La lengua de signos se caracteriza por:
  • Es una lengua visual que se produce por gestos y se comprende por la vista. Para su aprendizaje es necesario la potenciación de habilidades específicas, como son la atención, la discriminación visual y la agilidad manual.
  • No es un mimo: La diferencia entre el mimo y la lengua de signos es la utilización de los límites de espacio y los elementos del cuerpo que participan en la producción de una y de otra.
  • La lengua de signos se produce con las manos, y con elementos no manuales como movimientos de los labios, músculos faciales, acciones de la lengua, de los hombros y la cabeza. Estos elementos juegan un papel fundamental y hay que prestarles mucha atención porque son tan importantes como la acción que realizan las manos.
  • Es gramatical y cuenta con sus propias reglas morfosintácticas, diferentes a la lengua hablada y escrita.
  • No se trata de una lengua fija sino que va cambiando y creando nuevos signos.

Las diferencias que podemos encontrar entre la lengua oral, el castellano, y la lengua de signos son:  
  • Las lenguas de signos tienen estructuras gramaticales perfectamente definidas e independientes de la lengua oral.
  • La lengua de signos utiliza la vía auditiva y gestual para su comunicación y la lengua oral la vía acústica y vocal.
  • En la lengua de signos es muy importante la expresión de la cara.
  • La lengua de signos permite expresar simultáneamente diversos elementos mientras que la lengua oral se expresa en una secuencia lineal.
  • La lengua de signos no se suele escribir mientras que la lengua oral también es escrita.

Con respecto a la estructura lingüística, la lengua oral, en este caso el castellano, tiene una morfología que separa las frases en dos sintagmas (nominal y verbal), la morfología, como ya sabemos, es el estudio de las distintas formas del significante de una palabra. La sintaxis de la lengua castellana, determina el orden de las palabras en una oración, dicho orden es: sujeto + verbo + complementos (directos e indirectos). La fonética de la lengua castellana tiene tres tipos: articulatoria, acústica y auditiva.
En la lengua de signos el movimiento, los componentes no manuales y la disponibilidad de expresarse espacial y simultáneamente en lugar de temporalmente, proporcionan un conjunto de mecanismos morfosintácticos muy diferentes de los que emplean las LO. Las reglas gramaticales se basan en dos principios: espacio y movimiento. En las reglas gramaticales de la lengua de signos hay que tener en cuenta: 
  • Los usos del espacio
  • La modificación del movimiento con el que normalmente se produce el símbolo
  • La producción de movimientos no manuales
  • Signos específicos que se usan o no según ciertas condiciones determinadas por el carácter visual del propio símbolo.
  • Otro rasgo característico es las LS permiten cierta arbitrariedad en la construcción sintáctica de la oración.
  • Como vemos, la modalidad espacial propia de las LS desarrolla unos mecanismos sintácticos determinados: una lengua que es espacial utiliza el espacio como principio para desarrollar sus reglas sintácticas.
El orden de la frase también es distinto de la lengua oral, el verbo siempre va en último lugar al igual que la partícula interrogativa y el signo de negación.
La expresión facial es muy importante, tanto a nivel fonológico como a nivel morfosintáctico, algunas pueden servir para indicar construcciones sintácticas.
Los signos se ordenan tal como se van produciendo los acontecimientos.
Los componentes no manuales más el movimiento que adoptan los signos y el uso del espacio constituyen el núcleo de los rasgos morfosintácticos básicos en la lengua de signos española. La condensación de estos mecanismos en un signo y el hecho de que todas sus modificaciones sean espaciales, son la razón de que la lengua de signos resulte completamente distinta de cualquier lengua oral, y también, en parte, la causa de que no se la considerase un lenguaje. Es precisamente por su gramática y su sintaxis espaciales únicas por lo que la LS es un verdadero lenguaje, aunque sea una lengua completamente original. 
La iconicidad se refiere al grado de referencialidad de una imagen, es decir, la relación de apariencias entre la propia imagen y su referente, expresa pues las categorías y niveles de relación de una imagen, con la imagen de un objeto real. En la lengua de signos con la iconicidad es posible identificar la forma visual en su conjunto con el significado. La tendencia a la mímesis como consecuencia de la representación esencialmente espacial y simultánea que implica la percepción de los signos visuales, explicaría el hecho de que en todo sistema de signos visuales prevalecen los signos icónicos. Los signos icónicos pueden ser quinésicos, cuando reproducen la forma, el movimiento o una relación espacial y deícticos, cuando realizan algún señalamiento personal, espacial o temporal. En el lenguaje de signos basado en dimensión espacio temporal, la expresión de la deixis es fundamental, en la deixis personal la categoría gramatical se expresa con el dedo índice de la mano derecha señalando en la línea de profundidad, en relación con el interlocutor, en la deixis temporal la referencia tampoco está gramaticalizada como en el lenguaje oral, en el lenguaje de signos se expresa de manera deíctica en relación con el cuerpo del emisor. En la lengua de signos el presente no tiene un signo propio, cuando no se hace referencia a otro momento temporal, se entiende que la persona está hablando en presente. Pero el hecho de que algunos signos tengan estas características no quiere decir que la lengua de signos se icónica, ya que también podemos encontrar signos arbitrarios en mayor número. En la lengua castellana, la iconicidad no esta tan presente como en la lengua de signos, ya que en la lengua oral se utilizan las palabras para nombrar a los objetos, aunque también realizamos algunos gestos, pero estos no tienen un significado concreto, simplemente son movimientos que realizamos mientras mantenemos una conversación o cuando estamos dando una conferencia.  
La lengua de signos posee numerosos símbolos con carácter arbitrario, ya que la mayoría de signos pueden ser entendidos por personas que desconocen la lengua de signos (Klima y Bellugi). En la lengua de signos coexisten aspectos icónicos y arbitrarios. Las propiedades formativas arbitrarias del lenguaje, es lo que predomina en la codificación y el procesamiento de signos. Pero las operaciones gramaticales que experimentan algunos signos, pueden hacer que estos dejen de ser icónicos para ser arbitrarios. En la lengua oral castellana, la arbitrariedad es la relación entre significante (imagen que nuestros sentidos perciben y nuestra memoria registra) y significado (concepto, idea que despierta en la mente la audición del significante) los signos son arbitrarios y nadie puede cambiarlos, cuando decimos “árbol” a todos nos aparece en la mente la imagen de un “árbol”, aún diciéndolo en otro idioma.  
La lengua de signos tradicionalmente ha sido una lengua ágrafa, es decir, no se ha podido escribir porque la mayoría de las personas sordas leen y escriben en lengua oral. Aún así ha habido intentos de escribir la lengua de signos, el mayor inconveniente es captar todas las características manipulativas que se utilizan y los elementos no-manuales y posicionales. Sin embargo existen varios sistemas de representación de la lengua de signos textuales. Algunos de estos sistemas son: Sistema de Notación de William Stockoe, está basado en el alfabeto latino, comprende 55 símbolos que se escriben de forma lineal en un orden fijo, se representa en función de tres parámetros (ubicación, configuración de la mano y movimiento) y se refería a ellos con los términos tab, dez y sig para señalar la representación fonética, su carencia es que no representa la expresión facial y la relación entre los signos; HamNoSys, sistema de transcripción fonética muy detallado, se compone de 200 símbolos sin contar las expresiones faciales y rasgos no manuales, se ordenan de forma lineal y añade el parámetro de la orientación de la mano y los símbolos son más icónicos; Signoescritura (Valerie Sutton), es un sistema sencillo de aprender, completo y flexible, utiliza signos visuales para representar la posición de la mano, los movimientos y la expresión facial, permite describir los elementos no manuales y posicionales. Otro sistema de escritura es SEA, Sistema de Escritura Alfabética, creado por Ángel Herrero, está basado en la fonología del signo y el orden de procesamiento de sus sílabas, utiliza los siguientes símbolos S (Bimanuales) L (Lugar) C (Contacto) Q (Configuración) O (Orientación) D (Dirección) F (Forma). En cuanto a la lengua oral, está se escribe tal y como se habla. 

No hay comentarios: